viernes, 26 de junio de 2015

Etapa 2 Pedaleando en Islandia

Dia 2 - 21/06/2015

Al despertarme siento una casi agradable sensación de calor y un cierto alivio...Son las 07h hora local. Al camping de Pingvellir llegamos la noche anterior sobre las 22h50.

La jornada fué algo durilla pero pienso que quizás sólo para mí ya que no soy persona de pedalear con regularidad a excepción de estas tres últimas semanas que comencé a cogerle el gusto a hacer alguna pequeña rutilla para ir cogiendo soltura y hacer "callo", como dice la "bruta" de Visi.

A pesar de la dureza, como dije para mí, de recorrer la distancia Reykjavik-Pingvellir (unos 60 kms aproximadamente), he de confesar, sinceramente, que en ningún momento me desanimé ya que los dos factores necesarios para poder hacer más fácil, ameno y seguro un viaje como éste, los tenía a mi favor:

1º) Una compañera como Visi que te vigila y cuida en todo momento y,
 2º) El tiempo, que nos respeto en todo momento y que, a pesar de amenazarnos tormenta a la salida de Reykjavik, pasadas cuatro horas de falsos llanos durísimos y bajadas agradecidas, pudimos ver y sentir el sol durante toda la F36.

He de remarcar que, al salir de Reykjavik para poder ir dirección Pingvellir, nos dimos cuenta que se hacía necesario un buen mapa de carretera y/o topográfico cosa que no llevábamos pero como una es políglota (en absoluto), y tiene mucha cara (éso si), fuí parando a los ciclistas con mi ya perfecto "Excuse-me", y Visi se encargaba de lo demás...

El resultado: Nos evitamos un gran tramo de la Rind Road, el más peligroso en mi opinión, pedaleando por un agradecido y precioso sendero paralelo que nos llevó prácticamente a la F36 dirección Pingvellir.

El recorrido es precioso. A ambos lados, pequeñas elevaciones nevadas y bosques de abetos en una falsa planicie que hacen que tus pedaleadas sean más lentas pero muchísimo más satisfactorias.

Según avanzas la planicie se hace valle y las elevaciones montañosas se hacen aún más grandes añadiendo a la imagen la majestuosidad de los diferentes lagos, riachuelos, pequeñas cascadas..., ¡No puedes perderte detalle alguno!

Nuestro viaje es de progresión moderadamente lenta pero ni más ni menos que la que nosotras elegimos..., pues hemos venido a conocer un País extremo de belleza pero también exigente de un gran fortaleza física para poder salvar los obstáculos naturales, las peores inclemencias y una cultura lejana a la nuestra...

Ahora, mientras escribo, siento algo de alivio ya que me encuentro bastante descansada: Anoche apenas podía moverme y la garganta empezó a darme toques de atención. No fallamos al ser previsoras y, la medicación que tragimos de España, me ha sentado de lujo...

Hoy creo que nos ducharemos (que ya toca), y tras un buen y merecido desayuno, decidiremos qué hacer. 
 



 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por darnos tu opinión.