sábado, 27 de junio de 2015

Etapa 6 Pedaleando en Islandia

Dia 6  25/06/15:

La visita a pie del glaciar Langjökull es más que necesaria. Todo un espectáculo el ver cómo un glaciar va deshelando y sus aguas forman el lago Hagavath para luego fugarse a través de las diferentes cataratas no tan increíbles como la de Gullfoss pero, a buen seguro, más entrañables al saber que este lugar todavía permanece virgen y protegido de las grandes masas de turistas.

Adentrarse en este lugar es sólo para intrépidos o cabezotas y nosotras, somos bastante de lo último sobretodo.

Tras comer, recogimos y establecimos la ruta de retorno que nos acercará a Landmannalaugar.

Yo no era partidaria de regresar por el mismo lugar así que, tras hablarlo, decidimos buscar un pequeño paso que se encontraba según el mapa, relativamente cercano a la cabaña-refugio, al suroeste del Einifell(494 m)

Tuvimos que atravesar toda una zona por la que era imposible pedalear y nos vimos obligadas a empujar las bicicletas durante un par de horas aproximadamente hasta que, definitivamente, dimos con el paso que cruzaba el río Far.

Acceder al paso no fue cosa fácil ya que una parte de él está rota... Tuvimos que subir las bicicletas y nuestras alforjas a pulso, ayudándonos de una improvisada escalera de madera.

Pasado este primer escollo y mientras empujábamos nuestras bicicletas, comenzó a arreciar el viento en nuestra contra haciendo que nuestra búsqueda del camino que nos acercaría a la F338 fuera aún, muchisima más dura.

Aquí me preocupé bastante pues, de repente, nos vimos rodeadas de alambradas electrificadas (no aparecía en el mapa), y no sabíamos si, en algún momento, el paso se abriría o bien tendríamos que regresar...

Tras unos cuantos kilómetros tirando de fuerzas, encontramos la F338 y ¡El paso abierto!

Segundo rescoldo salvado con la lección de:

Los mapas no están todo lo actualizados que se desearía.

No se debe salir de las rutas marcadas.

A pesar de estas lecciones, la aventura mereció la pena.

Descendimos la F338 y vadeamos las heladas aguas de Skogarnlio y Asbrandshólmi hasta dar con la F35 para descenderla dirección Gullfoss-Geysir.

Nos detuvimos en el cruce que lleva a Flúoir para hacer noche en el camping que allí se encuentra.

Para mi, el día de hoy, ha sido toda una aventura llena de sensaciones y contrastes naturales. Desde sentir la magia y emoción de observar por primera vez un glaciar hasta la incertidumbre del desconocimiento al verte sóla en medio de la nada pero, sobre todo, el descubrimiento una y otra vez de que pase lo que pase, Visi y yo estamos juntas en ésto y siendo así, todo es superable ;-)

Son las 21h. El mal tiempo (Lluvia y fuerte viento en contra), unido a la peligrosidad de circular en estas circunstancias por la Ring Road, nos ha obligado a salirnos de la ruta establecida, desviándonos hacia Pjórsaver (302), donde nos encontramos alojadas en los baňos de un camping que, aparentemente, está cerrado.

A pesar de ello, hemos podido ducharnos y aquí dentro se está calentita así que pasamos de montar la tienda...

Decidimos salir de la Ring Road debido, como dije, al mal tiempo y a la peligrosidad de la carretera. No en vano, Visi sufrió una aparatosa caída debido a uno de los adelantamientos de los camiones que aquí no respetan la distancia de seguridad (Salvo alguna excepción).

Se hizo daňo pero le hice las curas pertinentes y ya me está dando "caňa" de nuevo...

Hemos decidido descansar hasta las 04h y, en caso de que el tiempo mejore, retomaremos la ruta hacia Hella por la Ring Road ó bien hacia Selfos en caso de que el tiempo siga revuelto.

La noche anterior dormimos en el camping de Flúoir, al que llegamos a través de la F30, desviándonos en la 358 hacia Reykholt.

Fue un paseo en toda regla. Visitamos los invernaderos de flores más grandes de Islandia donde nos comimos unas especie de moras... No estaban mal pero, para nuestro gusto, un poco sosas.

De aquí nos desplazamos por la 359 hacia Flúoir donde como dije, acampamos, nos duchamos y cenamos nuestro primer Pilsur (Hotdog), del que todo el mundo habla pero, la verdad, es que donde esté un buen bocadillo de Jamón.








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