jueves, 27 de julio de 2017

Desafío 2017: Día 8

Hoy comenzamos a ciclar bastante temprano en relación a los días anteriores. Desmontamos rápidamente el campamento ya que la previsión del tiempo y el cielo, nos advierten que será un día bastante lluvioso. No en vano, en la playa el aire sopa como hasta ahora no habíamos sentido.

Así es como empezamos pues nuestro día; con fuerte viento y la amenaza de la lluvia la cual no se hace esperar mucho y, tras media hora ciclando, aparece para acompañarnos hasta bien entrada la tarde-noche.

Durante la etapa de hoy el fuerte viento nos complica la visión a causa de la fría lluvia que incluso nos hace daño en las partes más desprotegidas de nuestro cuerpo. Es hoy, más que nunca, cuando agradezco el haber traído la ropa de lluvia y unos segundos guantes impermeables donados por Julio de Campo Base Bike, gracias a los cuales la sensación de frío es menor y ello, en esos momentos, era de vital importancia.

Conseguimos atravsar, a base de mucho esfuerzo y más frío, las islas de South-Uist, Benbecula, y Grimsay llegando a North-Uist, donde nos hemos quedado en un camping cercano a la Reserva natural de Balranald.

Durante todo el trayecto lo único verdaderamente remarcable es precisamente la dureza de tener que ciclar ante las inclemencias de la naturaleza. Hoy hemos pedaleado, toda la etapa, con casi 40 nudos de aire, incluso racheado, en contra nuestra. El paisaje es precioso aunque no son muchos los monumentos que nos encontramos en nuestro recorrido a excepción de la gran imagen de Nuestra Señora de las Islas Hébridas.

Al alcanzar el camping comprendí que la mejor elección habría sido alojarse en un B&B (Bed and Breakfast), ya que nos habría permitido descansar con mayor seguridad y que nuestra ropa se hubiese secado antes. En el camping, no pudimos montar la tienda hasta que bajó la intensidad de la lluvia un poco y montarla fue aún así toda una odisea debido al fuerte viento. Lección aprendida pues...