miércoles, 19 de julio de 2017

Desafío 2017: Día 6

La noche ha sido menos fría aunque no ha dejado de llover y ello me inquietaba. No obstante; la pequeña tienda de campaña ha aguantado bastante bien y nos ha protegido de manera sobresaliente.
Estamos a 14 millas de Oban. 
Mi idea era llegar hasta allí la tarde anterior pero el cansancio acumulado hace mella y decidimos entonces parar a descansar antes que forzar y provocar posibles lesiones futuras.
Sigue lloviendo cuando nos despertamos y eso nos obliga a cumplir el ritual "Desayuno-aseo-desmontaje de tienda de campaña-preparación equipo", mas lenta y cuidadosamente para evitar que nuestra ropa, saco de dormir, etc., se mojen. No podemos entretenernos ya que hemos de alcanzar Oban para tomar el Ferry que nos llevará a las Islas Hébridas Exteriores y, si lo perdemos, será todo un día el que tengamos que esperar para poder continuar con nuestra aventura solidaria.
Apenas 3 horas para poder cumplir con las 14 millas que nos separan de nuestro ansiado destino. En principio es tiempo suficiente pero desconocemos cómo será la dificultad del camino por el que debemos ciclar.
De antemano diré que perdimos unos 30 minutos en la recepción del camping en el que pasamos la noche pues, la persona que nos atendió, no se apañaba bien con el ordenador. Comenzamos pues la ruta a Oban a cierto contra-reloj.
Al principio se ciclaba bastante suave. Mis piernas, las notaba doloridas de los días anteriores, iban relajándose a medida que entraban en calor. Pasadas las primeras millas la cosa cambió...
Al adentrarnos entre las montañas - nuestros trayectos estaban diseñados para evitar el riesgo de las carreteras principales -, ciclamos por un camino de un sólo carril, asfaltado precariamente y, lo peor de todo, un rompe-piernas de continuas no; infinitas subidas y bajadas que provocaron que la cadena se me saliera en varias ocasiones.
Seguía lloviendo para más penar y ante esa lucha de la física contra la naturaleza, mi persona que no quería se la causante de perder el Ferry. Miraba el reloj y tiraba de pedal, riñones y de fuerzas que ni sabía sería capaz y sí, finalmente llegamos a Oban y alcanzamos a coger el Ferry con apenas unos 15 minutos de antelación.

El viaje hasta la costa de Barra duró unas 4h45min. Tiempo que dedicamos a descansar y comer decentemente, sentadas en el restaurante del Ferry.

Sigue lloviendo cuando desembarcamos en la isla de Barra. No nos amedrantamos y ciclamos hacia la isla de Vatersay, la situada mas al sur de las 10 Islas Hébridas Exteriores. Cruzamos a esta isla a través de un pequeño espigón.

El paisaje, cubierto de niebla, se adivina bastante salvaje. Apenas hay gente en esta zona. Llegamos donde comenzará nuestro siguiente Desafío pero antes decidimos montar la tienda de campaña en un pequeño hueco, para resguardarnos mejor de los vientos dominantes, entre las dunas justo enfrente de las tranquilas aguas del océano atlántico.
Observar tal paisaje es ya de por sí una total recompensa.

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